Llega el buen tiempo y los rayos de sol comienzan a ser más intensos y pueden dañar nuestra piel. Es importante mantener un buen cuidado con los productos adecuados.
Incluye en tus hábitos dos momentos de cuidado de la piel: uno cuando te levantes y otro por la noche.
Comienza el día limpiando tu rostro con una leche desmaquilladora, aclárala con agua tibia y equilibra tu piel con un tónico. El siguiente paso será hidratar con tu crema hidratante habitual y utilizar siempre un protector solar.
Por la noche sigue los mismos pasos pero aplica un serum según las necesidades de tu piel, contorno de ojos y crema hidratante.
Se recomienda que una vez a la semana utilices algún exfoliante y que utilices alguna mascarilla para conseguir una hidratación extra. Sobre todo, en el verano la exposición al sol reseca más nuestra piel y es fundamental hidratarla correctamente.